Las efemérides se amontonan en torno al barrio de Heliópolis, y los problemas de sus calles, con las calzadas maltrechas, los árboles asfixiados o asomando sus raíces, los alcorques reventados y demás fallos de un urbanismo ausente, atenazan a Heliópolis. Hemos entrado en contacto con el Sr. Alcalde y con el Delegado del Distrito, exponiendo nuestras razones para una enérgica intervención del Ayuntamiento en el reacondicionamento de nuestras calles, pues constituyen el centro de aquella gran Exposicion Iberoamericana de 1929.
Pero también les expondremos en su momento nuestro interés en otras dos grandes efemérides que tuvieron como teatro a la ciudad de Sevilla y podríamos celebrar en nuestro entorno Una es la boda del Emperador Carlos con su prima la infanta Isabel de Portugal que en Sevilla, en 1525, y otra la boda del hermano de Alfonso el Sabio y arzobispo de Sevilla, Don Felipe, con la princesa Cristina de Noruega, en 1258, cuando la princesa (hija del rey Haakon de Noruega) contaba con 23 años y tras un épico viaje a través de Inglaterra y Francia. Ninguna de las dos tuvo buena suerte. En el caso de la princesa Cristina, se asentó en Sevilla con su marido, y murió cuatro años más tarde en nuestras ciudad de "melancolía", como cuentan las crónicas. De tristeza. Languideció en esta ciudad de luz. Su tumba se abrió en 1958, y apareció el cadáver de una mujer joven, aún con el cabello rubio y sus uñas, alta de 1,70m, con un pergamino con versos de amor a su lado.
Queremos celebrar los tres acontecimientos en nuestro barrio. Ya hemos mantenido una entrevista con la cónsul de Portugal, Sra. Claudia Boesch, diplomática de carrera, para hablarle de la efeméride de la boda de 1525, y estamos en contacto con la Plataforma para la Defensa del Mundo Hispánico.